Y comenzamos la bajada, algunos no muy convencidos de hasta dónde íbamos a llegar, porque el río baja con bastante agua y los pasos son complicados, Pero poco a poco llegamos al yakusi donde disfrutamos, después de una complicada bajada ya que no existian los escalones hasta el balsón. Cuando los cuerpos se hubieron refrescado, seguimos con el descenso que nos llevó hasta el restaurante Nacimiento dónde tuvimos comida y animada charla.
En definitiva una buena ruta con dosis adecuadas de aventura y un descanso en familia.
XVIII Aniversario CEA |
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